MARIO RUBÉN KOHAN
“La institucionalidad de todos los procesos es la esencia del cambio”
Durante las décadas del ’80 y ’90, el Dr. Mario Kohan ocupó diversos cargos en el Colegio Médico de La Pampa y desde ahí se relacionó con el Colegio Farmacéutico de La Pampa. Ya como Ministro de Salud de la provincia, estuvo presente en la sede de esta institución cuando se hizo el lanzamiento de actividades por el 60º aniversario.
-¿Qué importancia tienen en la provincia las instituciones vinculadas a la salud?
-La provincia ha contado con instituciones que han nucleado a diferentes actores del ámbito de la salud. Durante muchos años estuve en el Colegio Médico de La Pampa, ocupando diferentes cargos. En ese contexto tuve una fuerte y sólida relación, incluso amistad, con muchos miembros del Colegio Farmacéutico. Y trabajamos muchos temas en común.
Durante la década del ’80 en adelante, ambos Colegios fueron muy importantes en la vida de los profesionales. Esta provincia siempre ha sido muy ordenada y los Colegios profesionales funcionaron en paralelo. Siempre existieron conflictos de intereses pero se canalizaron a través de estas instituciones.
Muchas veces, cuando el profesional solo está vinculado a la institución por el ejercicio de la actividad administrativa a veces se siente frustrado porque cree que el Colegio debería ser tal o cual cosa y en realidad no sabe lo que es estar ordenando la actividad, tratando de lograr ecuanimidad o dando la discusión de los pagos, entre otros temas.
-Y en esa etapa en la que usted estuvo en el Colegio Médico, ¿cómo fue la relación con el Colegio Farmacéutico?
-Tuvimos en conjunto una obra social del primer nivel de atención, que se llamó Viva Salud, con un manual de prestaciones y un vademécum, con la que pretendíamos que se asociaran ciudadanos del interior de la provincia para poder brindarles un buen nivel de atención. Eramos socios y ambas instituciones co-gobernaban la obra social.
Además, el Colegio Médico desarrolló un sistema prepago, SIMEPA, y ahí surgió otro vínculo de trabajo con el Colegio Farmacéutico. Y después hubo muchísimos temas de política de salud que abordamos en conjunto en jornadas y mesas redondas.
-En la etapa de la pandemia de COVID-19, ya como Ministro, ¿cómo fue el vínculo con las farmacias pampeanas?
-Nos tocó trágicamente estar al frente del Ministerio en la catástrofe sanitaria más dura de los últimos 100 años. Hicimos un trabajo muy sólido. En ese contexto el Ministerio articuló con los Colegios profesionales y el sector privado de la salud, y eso nos permitió trabajar de modo que a ningún pampeano le faltó asistencia médica. A ninguno. Y el Colegio Farmacéutico cumplió un rol destacado. Antes de convocarlos, el presidente del Colegio me llamaba para decirme “¿Cuándo nos reunimos para ver cómo podemos formar parte de la estrategia sanitaria?”. Y así fue, formaron parte.
También los farmacéuticos fueron muy importantes a la hora de transmitir conocimiento a la comunidad. Porque el farmacéutico tiene su clientela que confía en ellos.
Y poder transmitir conocimiento fundamentado fue uno de los roles más significativos, además de tener abierta la farmacia en momentos tan dramáticos. Fueron del equipo de salud.
-¿Quisiera aportar alguna reflexión sobre los 60 años de la institución?
-Creo que los Colegios profesionales siguen siendo importantes en el ordenamiento de la actividad y en poder escuchar las inquietudes de sus asociados. En estos tiempos complejos y violentos, creo que los Colegios siempre han sido cautos y ese es un buen mensaje a la comunidad. Lo que pasa es que no trasciende tanto. Siempre rescato a los Colegios porque dan mensajes de respeto, de componer y de ordenarse, aún en el disenso. La institucionalidad de todos los procesos es la esencia del cambio. Y la ecuanimidad que se busca en el trabajo que hacen los Colegios debe ser la esencia de algunas discusiones que estamos teniendo.
(Artículo publicado originalmente en la edición especial por el 60º aniversario del Colegio Farmacéutico de la provincia de La Pampa)