En el Colegio Farmacéutico de La Pampa comenzamos a difundir una serie de publicaciones para conocer a profesionales que forman parte de la entidad.
En este caso, entrevistamos al Farm. Guillermo Irastorza.
-¿Cómo eligió estudiar esta carrera?
-Desde muy joven me interesó la química y la salud. La farmacia me ofrecía una combinación única: una sólida base con un fuerte compromiso social. Elegí esta carrera porque entendí que el rol del farmacéutico va mucho más allá de dispensar medicamentos; implica acompañar al paciente, educar, prevenir y ser un nexo fundamental entre el sistema de salud y la comunidad.
-Como profesional, ¿cuál considera que es su servicio a la comunidad?
-Creo que nuestro principal servicio es el de estar cerca, disponibles y capacitados para dar respuestas concretas. Somos el primer contacto con el sistema de salud para muchas personas, y eso nos exige un compromiso ético, humano y técnico. Brindamos información confiable, promovemos el uso racional de los medicamentos y acompañamos a los pacientes en sus tratamientos, muchas veces en momentos de gran vulnerabilidad.
-¿Por qué eligió asociarse al Colegio?
-Porque considero que el Colegio es el espacio que nos representa, nos respalda y nos permite crecer como profesionales. Asociarme fue una manera de integrarme a una comunidad que defiende la profesión, promueve la formación continua y trabaja para que nuestra labor sea cada vez más reconocida y valorada. La unión de los farmacéuticos fortalece nuestra voz y nuestro rol en el sistema de salud.
-¿Quiere agregar algo sobre la profesión y la farmacia?
-Sí, me gustaría destacar que la farmacia es mucho más que un lugar de expendio de medicamentos. Es un centro de salud de cercanía, un espacio de confianza donde cada consulta cuenta. Nuestra profesión está en constante evolución y necesita del compromiso de todos para seguir creciendo. Creo firmemente en una farmacia integrada al equipo de salud, con un farmacéutico activo, actualizado y con fuerte vocación de servicio.