ABEL SABAROTS
“Son cosas que jamás se olvidan”
El intendente de General Acha, Abel Sabarots, en un tiempo fue asesor legal del Colegio Farmacéutico. En esta entrevista, recuerda esa etapa como de mucho aprendizaje de hábitos y valores, además de una construcción de vínculos que perduran hasta hoy.
-¿Cómo comenzó su vínculo con el Colegio?
-Empecé en julio de 1997, cuando empezaba en la profesión, ya que si bien me había recibido hacía algunos años, estuve en la empresa El Zorzal, de mi padre y mi tío, haciendo tareas de gerenciamiento. El Colegio quería tener un abogado con un trabajo más personalizado y fueron al estudio Sergio Zorzi, Miguel Osio y Néstor Bagliani, por sugerencia de mi cuñado que integraba el Colegio Farmacéutico, Raúl García. Venía a reemplazar nada menos que a Víctor Menendez, quien después integro el Superior Tribunal de Justicia. Existían en aquel momento dos propuestas, una de otro profesional y la mía, y por solo 100 pesos fui contratado, además de otras evaluaciones que habrán considerado. Yo necesitaba el trabajo, recién comenzaba, tenía mi hija, Juliana, nacida de meses y eran tiempos difíciles. El Colegio me dio la posibilidad no solo de hacer la primera experiencia profesional, sino también me ayudo a sostener a mi familia. Son cosas que jamás se olvidan.
-¿Cómo evalúa el crecimiento de la institución en estos 60 años?
-El Colegio siempre ha tenido un crecimiento paulatino a través del tiempo. Cuando llegué, el Colegio estaba atravesando una etapa dura en lo económico pero siempre fue en crecimiento. La austeridad y la transparencia fueron una constante en el manejo de los recursos de los asociados y hubo un posicionamiento gremial que con el paso del tiempo incluyó a la casi totalidad de las farmacias de La Pampa. Tuvo que ver mucho su dirigencia, que siempre estaba viendo un poco más allá del corto plazo. También hay que mencionar la relación seria que mantuvo con el gobierno provincial. Creo que hay dos hitos en lo institucional, que fueron la creación del Consejo Profesional, y ser uno de los fundadores de una institución de segundo grado como FEFARA.
En lo edilicio tuvo una transformación notable con el paso del tiempo, y las reuniones pasaron del primer piso al segundo, y hubo toda una reestructuración de oficinas. Después se compró el edificio de la avenida Uruguay. Siempre se seguía avanzando, si no era el edificio eran los sistemas, etc.
-¿Cuáles son sus principales recuerdos relacionados con la institución?
-Son muchos y buenos. Primero como dije antes, me ayudó a dar los primeros pasos en la profesión y sustento a mi familia, después forjé amistades que todavía perduran, y sobre todo a actuar con responsabilidad y viendo cada detalle de lo que significaba dar pasos en lo institucional, porque tenían repercusión en los farmacéuticos. Yo participé de otras instituciones y, haciendo un paralelismo, el Colegio está un escalón más arriba, defendiendo con uñas y dientes a sus asociados, en los convenios, en la defensa profesional, en el manejo de los recursos… Muchas instituciones deberían imitarla.
Yo compensé mi falta de trayectoria con la garra que le puse a cada tema que se asignaba, y recorrí despachos de Salud u otras dependencias de Casa de Gobierno, que en la actualidad me sirve. El primer caso que tuve era un caso de dirigismo entre un establecimiento sanitario y una farmacia, y llevamos el tema hasta el Superior Tribunal de Justicia. Después trabajamos la Ley de Salud, fueron cosas muy importantes.
-¿A que respondió su compromiso personal con los desafíos del Colegio?
-Sin dudas uno se forma por las experiencias de vida y en la profesión, y el Colegio llegó justo. Es un lugar lleno de recuerdos y nostalgia, que añoro mucho. Yo soy y seguiré siendo, desde otro lugar, un agradecido eternamente al Colegio y sobre todo a las personas con las que transité esa etapa. Hoy mi socia sigue ese camino y disfruto mucho que sea así, porque conozco sus ganas y capacidad para que lo haga, pero claramente esa institución estuvo ligada a mí en lo profesional, pero sobre todo mucho más en lo personal y humano.
(Artículo publicado originalmente en la edición especial por el 60º aniversario del Colegio Farmacéutico de la provincia de La Pampa)