JORGE MARTÍN
“El Colegio es una herramienta fundamental para todas las farmacias”
Cuando estudiaba en la Universidad Nacional de San Luis, a Jorge Abel Martín algunos docentes le inculcaban la importancia de que una vez que él y sus compañeros egresaran se sumaran a alguna institución farmacéutica.
Martín aceptó el mandato y con ese impulso en la década del ’80 se incorporó al Colegio Farmacéutico de La Pampa, donde ha ocupado diversos cargos. Hoy vuelve a estar en la Vicepresidencia.
-¿Cómo se construyó su vínculo con el Colegio?
-Viene desde que me inicié en la profesión. Me recibí y estaba como regente de una farmacia en Eduardo Castex, cuyos dueños ya estaban vinculados. Cuando compré la farmacia seguí trabajando con el Colegio y al poco tiempo Donato Beraldi, de Trenel, me invitó a participar a algunas reuniones.
Cuando estudiaba, algunos profesores de Ética y Legislación Farmacéutica me habían inculcado que debíamos ser parte de las instituciones farmacéuticas, que teníamos que estar interiorizados de lo que pasaba en la profesión. Así que me gustó la idea y empecé a participar en la Comisión Directiva del Colegio.
Una vez por semana, de noche, a veces con niebla, Beraldi venía de Trenel, pasaba a buscarme por Castex y veníamos a las reuniones en Santa Rosa, volviendo a la 1 de la madrugada.
Después cuando Miguel Osio y Marcelo Fernández Cobo me ofrecieron ser vicepresidente, lo tomé como un honor, reconociendo la trayectoria de tantos años.
-¿Qué importancia tiene el Colegio para las farmacias de la provincia?
-El Colegio es indispensable para las farmacias del interior. El Colegio llega a todas las localidades, brinda herramientas fundamentales para poder trabajar, atender la seguridad social y las prepagas. Gracias a la tecnología e internet, el Colegio le ofrece al instante a una farmacia, por más distante que esté, una validación, una receta autorizada o se puede comunicar y le van a solucionar el problema. El Colegio es una herramienta fundamental para todas las farmacias y principalmente para las del interior.
-Gracias a su título de farmacéutico, ¿usted también fue profesor en colegios secundarios?
-Sí. Principalmente en el interior de la provincia, los farmacéuticos siempre fueron muy requeridos para poder dictar horas cátedra. En la época en la que yo comencé, eran muy pocos los profesores recibidos de Química, Física o Ciencias Biológicas. Entonces en los colegios secundarios se buscaban profesionales con formación en esas áreas que pudiesen dar esas horas. Y los farmacéuticos siempre estuvieron dispuestos a dar una mano en eso. Cuando yo estaba en el secundario, dos profesores eran farmacéuticos. Yo di Química y Físico-Química y fue algo que me movilizó, me ayudó a mantenerme en contacto con los estudiantes y a seguir formándome.
(Artículo publicado originalmente en la edición especial por el 60º aniversario del Colegio Farmacéutico de la provincia de La Pampa)