MIGUEL ÁNGEL OSIO, PRESIDENTE DEL COLEGIO
“Los dolores que nos quedan son las conquistas que nos faltan”
El Farm. Miguel Ángel Osio ha ejercido la presidencia del Colegio Farmacéutico de La Pampa en los periodos 2001-03, 03-05, 05-07, 07-09 y 09-11. Desarrolla su sexto mandato, que va desde 2021 a 2024, en el momento en el que la institución llega a sus 60 años. Conocedor de la historia de la entidad, en esta entrevista se refiere al proceso histórico de la misma y revela los desafíos que enfrenta en la actualidad pero también de cara al futuro.
-¿Cómo llega el Colegio a su 60º aniversario?
-El Colegio llega consolidado social y económicamente después de haber pasado crisis internas y también propias del país. Hoy es la institución farmacéutica decana de la provincia, que agrupa más de 280 afiliados y al 90% de las farmacias, de afiliación voluntaria, distribuidas en el territorio provincial. Constituye una red provincial de farmacias informatizadas, a partir de sistemas propios y en acuerdo con la entidad nacional que nos agrupa, Federación Farmacéutica FEFARA, lo que permite dar las herramientas tecnológicas a la farmacia para responder a la demanda y necesidades de las obras sociales y los pacientes.
Es muy importante destacar que 86 directivas y directivos, ocupando distintos cargos en estas seis décadas, aportaron su trabajo, tiempo e inteligencia para la construcción de la institución. Este reconocimiento de gratitud quedó plasmado para los tiempos en la placa que oportunamente se colocó en el salón de actos del Colegio.
Hubo dolores y también alegrías, hubo traiciones pero también lealtades, entre ellas la lealtad de todas las farmacias, farmacéuticos y farmacéuticas que siempre acompañaron al Colegio, como así también la de los empleados y asesores que con su trabajo diario colaboran con el funcionamiento de la institución.
-En los últimos años se produjo un aumento importante de farmacias, ¿ésto implicó un desafío para el Colegio?
-El crecimiento ha sido desmedido, desregulado y sin el ordenamiento sanitario que el Colegio entiende necesario para dar un servicio de atención farmacéutica de calidad, que redunde en beneficio de la población. Hay una cantidad mayor de farmacias que la recomendable, con una distribución geográfica que no atiende las necesidades de los barrios y de los pueblos.
En tal sentido, el Colegio viene reclamando una ley para corregir estas distorsiones.
Nunca estuvo en las plataformas electorales la cuestión de la farmacia privada formando parte de la discusión sanitaria que debería incluir cuatro ejes fundamentales, que son: Distancia entre farmacias, Cantidad de farmacias por número de habitante, Medicamentos solo en farmacias y Propiedad inescindiblemente unida al ejercicio profesional.
Estos ejes son la base para mejorar el servicio de farmacia porque se basan en la razonabilidad sanitaria del mismo.
-¿Qué hizo el Colegio durante la pandemia?
-Estuvo a la altura de las circunstancias, acompañando a las farmacias para responder a la esencialidad que la Nación le otorgó reconociendo su valor y condición de servicio público, asegurando la accesibilidad al medicamento y respondiendo a la demanda de todas las obras sociales y los pacientes.
A nivel provincial debemos destacar, en rigor de verdad, que también el Ministerio de Salud de la provincia de La Pampa consideró al farmacéutico integrado al equipo de salud que trabajó en la atención de los pacientes y la prevención de la enfermedad.
-¿Qué desafíos enfrenta el Colegio para el futuro?
-La incorporación de tecnologías que le permitan a la farmacia seguir dando las respuestas que mejoren la calidad de la prestación farmacéutica, respondiendo a la demanda de la población para asegurar la accesibilidad a un medicamento seguro para el paciente, y que a su vez atiendan a las necesidades de las obras sociales para la administración adecuada del recurso.
Por otra parte, sostener e incrementar la fuente de trabajo de la farmacia, como así también la capacitación y actualización profesional continua de la farmacéutica y el farmacéutico.
También, seguir trabajando con las autoridades sanitarias que entiendan en la construcción de una legislación de la actividad farmacéutica que dé el marco legal a la esencialidad que se le ha reconocido.
Y además, dentro de los desafíos que seguramente tendremos está la defensa ante los imponderables, que cada tanto vienen a atentar contra la profesión farmacéutica, generando desmedro hacia la misma y el deterioro de la farmacia en su condición de centro de salud, toda vez que se pretenda mercantilizar el medicamento y transformar a la farmacia en un mero almacén comercial.
Los dolores que nos quedan son las conquistas que nos faltan para lograr un ordenamiento normativo que nos conduzca a afianzar la esencialidad de la farmacia.
Para finalizar, y de cara al futuro, deseo que estos sesenta años de trabajo y de lucha de nuestros mayores no se vean empañados por el individualismo y la falta de compromiso con el conjunto.
(Artículo publicado originalmente en la edición especial por el 60º aniversario del Colegio Farmacéutico de la provincia de La Pampa)